FRASES PARA REFLEXIONAR

"Los escritores somos seres heridos. Por eso creamos otra realidad". Paul Auster



jueves, 20 de junio de 2019

I Concurso de relatos El Pastorcito 2019. La narrativa me activa


PRÓLOGO

Desde que empecé en esta profesión he pensado que la mejor manera de hacer aprender a los alumnos y las alumnas es que creen sus propios objetos de estudio o el resultado de su proceso de aprendizaje. Los niños son creativos por naturaleza. Es lo que más les gusta: crear cosas, mostrarlas y que se las valoren.
 Se da la circunstancia de que los alumnos de reciente ingreso en el centro necesitan un proceso de adaptación al nuevo entorno. Los compañeros y compañeras, los profesores y profesoras, las nuevas asignaturas y una metodología que en muchos casos es desconocida para ellos y ellas son obstáculos a los que hay que ayudarlos a superar.
En Primaria, los alumnos y alumnas basan su proceso de enseñanza-aprendizaje en muchos casos en la producción de textos propios, de murales explicativos, de exposiciones orales, etc. Esta dinámica participativa les hace sentirse protagonistas y por lo tanto seguros de sí ante los retos de los nuevos aprendizajes.
Por esta causa, convoco cada curso escolar a los alumnos de 1º ESO a un concurso de relatos literarios en los que den rienda suelta a su creatividad y donde pongan de manifiesto lo aprendido, pues la lengua no es más que un instrumento para comunicarnos y para expresar el pensamiento y las emociones. Así que, qué mejor manera de hacerlo.
Al escribir relatos conocen las propiedades de un texto, las particularidades del lenguaje literario, los géneros literarios, los tipos de discurso y sus técnicas (narrativo, descriptivo, dialogado), los fenómenos léxico-semánticos (sinonimia, antonimia, polisemia, hiponimia, hiperonimia…), morfología y sintaxis (como construir los enunciados), ortografía… Y todo a partir del juego, de la libre voluntad creadora, de su inventiva.
Es una experiencia siempre gratificante que arroja resultados espectaculares como, afortunadamente, vamos a tener oportunidad de comprobar en estas páginas.
Enhorabuena a los ganadores, a todos los participantes y a disfrutar.

Gustavo Lobato Muñiz, profesor de Lengua española y Literatura.








BASES DEL CONCURSO DE RELATOS DE 1º ESO C
1.      Tienen la obligación de participar todas las alumnas y todos los alumnos del grupo de 1º ESO C.
2.      Los trabajos se presentarán en folios en blanco, manuscritos, con letra clara, sin tachones, debidamente grapados si consta de más de una página y con portada que llevará el título y el nombre de la alumna o el alumno.
3.      El plazo de presentación de trabajos acaba el martes 19 de febrero a las 10 de la mañana, fecha y hora a partir de las cuales no se admitirá ningún trabajo.
4.      Los trabajos se presentarán entregándoselos en mano al profesor de Lengua y Literatura del grupo de 1º ESO C en cualquiera de las sesiones de clase o en cualquier otro momento de la jornada lectiva.
5.      El relato es de tema libre con una extensión mínima de treinta líneas.
6.      Deberá ser escrito de acuerdo con las reglas del texto narrativo en cuanto al narrador, los personajes y el uso de los diálogos y la descripción del lugar donde se produzcan los hechos.
7.      En los diálogos se deberá usar al menos una vez el estilo directo y al menos una vez el estilo indirecto.
8.      Se deberá tener en cuenta la estructura de un texto narrativo: presentación, nudo, desenlace.
9.      El desenlace deberá responder a una de estas tres posibilidades: final cerrado (La historia acaba ahí. No hay posibilidad de que pueda continuar); final abierto (La historia podría ser continuada porque no todos los aspectos han sido resueltos o aclarados); final sorprendente (Cuando el desenlace se acerca, la historia da un giro inesperado y termina con una sorpresa que no se esperaba)
10.  Se establecen tres premios:
·         1º premio: publicación en la página web del centro, en el blog La Biblioteca de Babel, exposición en los pasillos del centro y calificación positiva equivalente a 10 en el bloque de Literatura en lo que respecta a la producción de textos propios.
·         2º premio: publicación en el blog La Biblioteca de Babel, exposición en los pasillos del centro y calificación positiva equivalente a 8 en el bloque de Literatura en lo que respecta a la producción de textos propios.
·         3º premio: publicación en el blog La Biblioteca de Babel, exposición en los pasillos del centro y calificación positiva equivalente a 7 en el bloque de Literatura en lo que respecta a producción de textos propios.
11.  El resto de relatos obtendrán la calificación que el jurado estime a efectos de evaluación del bloque de Literatura en lo que respecta a la producción de textos propios.
12.  La no participación en este concurso supondrá una calificación negativa de 0 en el bloque de Literatura en lo que respecta a la producción de textos propios.
13.  El jurado lo compondrá el profesor de Lengua y Literatura del grupo asesorado por el resto de miembros del Departamento de Lengua y Literatura.
14.  El fallo del jurado será inapelable y se hará público el martes 26 de febrero.
15.  La participación en este concurso supone la aceptación de todas y cada una de las bases.








FALLO DEL JURADO
Por la presente se hace público el fallo del jurado del I Premio de Relatos cortos de El Pastorcito, dotado con tres premios:
1º: Obsequio de un libro, calificación equivalente a 10 en el estándar de evaluación “Creación de textos propios de carácter literario”, dentro del bloque de contenidos Estudio de la Literatura, en la página web del centro, en los pasillos del centro y en el blog digital Labibliotecadebabel@blogspot.com.
2º: Obsequio de un libro, calificación equivalente a la nota que haya obtenido en el trabajo o como mínimo 9 en el estándar de evaluación “Creación de textos propios de carácter literario”, dentro del bloque de contenidos Estudio de la Literatura, publicación en los pasillos del centro y en el blog digital Labibliotecadebabel@blogspot.com.
3º: Obsequio de un libro, calificación equivalente a la nota que haya obtenido en el trabajo o como mínimo 8 en el estándar de evaluación “Creación de textos propios de carácter literario”, dentro del bloque de contenidos Estudio de la Literatura, publicación en los pasillos del centro y en el blog digital Labibliotecadebabel@blogspot.com.

En este caso, los premios han recaído en:

PREMIO 1º: Alba Gutiérrez Escobar ex equo María Orozco Rodríguez.

PREMIO 2º: Cleofás Rivero Guerrero ex equo Ángela Valle Asencio.

PREMIO 3º: Gonzalo Martín Barragán ex equo Daniel Sola Bruque.

Asimismo, este jurado se guarda la posibilidad de hacer menciones especiales a aquellos relatos que sin haber sido ganadores de ninguno de los tres premios, merecen esas distinciones.

En este caso, queremos hacer mención especial a: Manuel Rodríguez Ruiz e Iván Ruiz Dana.

¡Enhorabuena a todas y todos!






PRIMER PREMIO (EX EQUO)

Un lugar especial

Eric es un niño de 11 años, alto, delgado, con los ojos azules y muy blanquito de piel. Es agradable y simpático y tiene un corazón enorme. Él vive con su madre Ada, ya que su padre falleció el 23 de febrero del año pasado. Ada es una mujer de 40 años, muy atrevida y aventurera. Además de guapísima. Es todo un referente para su hijo.
El 3 de mayo fue el cumpleaños de Eric. Mientras este jugaba con sus compañeros de clase, la madre hablaba con sus amigas y una de las cosas que dijo fue que se quería mudar, pues la casa era demasiado grande para su hijo y para ella. Cuando lo comentó, todas las amigas la apoyaron. Es más, le dijeron posibles sitios donde podrían ir a preguntar precios. Después de una larga charla tocaría comer.
            ˗Eric, la tarta. Avisa a todos tus amigos para que vengan a comer ˗dijo Ada.
            ˗Ya voy, mamá, pero, ¿no podemos quedarnos a jugar un poquito más? ˗preguntó Eric.
            ˗No. Ya es tarde. Cuando termines de soplar las velas y hayáis comido un poco podréis iros a jugar.
            ˗Vale, avisaré a todos ˗afirmó el chiquillo.
            Entonces fue corriendo, llamó a los amigos y, ahora sí, sonó la canción de todos los cumpleaños. Cuando se terminó, Eric sopló las velas y abrió los regalos. «Toma. Espero que te guste», le dijo María. Eric se lo agradeció y le dijo que seguro que le encantaría. El regalo de esta niña era el último, aunque todavía faltaba el de su madre que se lo daría cuando estuvieran en casa.
            Ya era tarde y las madres decidieron llevarse a los niños. Ada y Eric se quedaron recogiendo durante unos minutos y tuvieron una charla bastante bonita.
            ˗Mamá, muchas gracias por haberme celebrado así el cumpleaños. Estoy seguro de que nunca lo olvidaré.
            ˗A mí no me cuesta nada hacer algo por ti, siempre que te vea feliz.
            ˗El único problema es que ha faltado una persona que era muy importante para mí: papá.
            ˗Ya lo sé, pero estoy segura de que estará muy orgulloso de ti, esté donde esté.
            Después de dejarlo todo tal y como estaba cuando llegaron, se fueron a casa y la madre le dijo que la semana que viene irían a ver una casa para mudarse. Aunque Eric no le echó mucha cuenta, pues estaba ansioso  por ver el regalo. Se llevó un tiempo contemplando la bolsa hasta que finalmente la abrió. Era un hermoso diario que había empezado a escribir su padre unos cuantos días antes de fallecer. Además de eso, también venía una foto de la comunión de Eric, cuando aún vivía su padre.
            El niño, muy contento, le dio las gracias a su madre y se fue a dormir pensando en el diario. Al día siguiente, cuando se levantó, lo abrió y lo empezó a leer, aunque lo único que ponía era «Un lugar especial». Al principio, cuando lo leyó, no entendió nada, pero al final, después de todo un día se dio cuenta de que eso tendría que ser una pista.
            Ya pasó la semana y llegó la hora de ir a ver la casa. Estaba situada en el centro de la ciudad y por fuera era un lugar muy bonito. La fachada era blanca y tenía un balcón de un buen tamaño con flores. Cuando entraron se dieron cuenta de que aquella casa era la de sus sueños. Era muy luminosa y pequeñita, como ellos querían. Tenía un toque moderno y la chimenea que tenía le daba un aspecto muy especial. Pero, ¿estaría la vivienda a su alcance económico? Pues sí. Era bastante barata y estaba totalmente amueblada, así que a los pocos días se fueron a vivir a aquella casa.
            En el momento en el que entraron, el niño se dio cuenta de que aquel lugar tendría algo que ver con la pista del diario, pues eso sí que era un sitio especial. Eric se fue directo a su habitación, específicamente al escritorio. Allí había una pequeña llave dorada en la que ponía escrita una palabra que no entendía, así que no dudó en llamar a su madre.
            ˗¡Mami, mira lo que me he encontrado en mi habitación!
            ˗¡Ya voy! ˗respondió la madre gritando.
            ˗Acabo de abrir la llave del escritorio y me he encontrado esta pequeña llave dorada.
            ˗Es muy bonita.
            ˗Sí, pero tengo un problema. ¿Qué pone aquí?
            ˗Pues, mira. La palabra escrita es «libro».
            ˗Ah, vale, mamá. Muchas gracias. Seguiré investigando.
            Después de saber ya lo que ponía escrito en la llave se paró a pensar un rato y se dio cuenta de que la solución a esa pista tendría que estar en algún lugar de su casa donde hubiera muchos libros. Pero hubo un problema, Eric no sabía dónde podían estar, así que se recorrió toda la casa de arriba abajo y no lo encontró.
            ˗Mamá, ¿tú has visto algún lugar en esta casa donde haya muchos libros?
            ˗Sí, en mi habitación. Hay una estantería con una enorme colección.
            ˗Vale, pues voy para allá.
            Al llegar observó toda la habitación y se dio cuenta de que debajo de la estantería había una cerradura, así que metió la llave y un libro se iluminó. Eric lo sacó y leyó el título. Se llamaba Una chimenea especial. Lo primero que pensó fue que sería muy aburrido, pero luego se dio cuenta de que la siguiente pista estaría en la chimenea tan bonita que tenía la casa. El niño fue corriendo y la observó de cerca, dándose cuenta de que tenía un botón que el chico no dudó en apretar. Cuando lo pulsó, la chimenea se movió dejando la entrada libre a un pasadizo secreto. Era un pequeño y estrecho pasillo que estaba muy oscuro y solo tenía unos metros de longitud. Eric iba andando por él muy feliz, aunque sin ver nada, pero llegó a un punto en el que se encendió una luz y en ese momento, él pudo ver un enorme libro que estaba flotando. El chiquillo lo cogió y se dio media vuelta. Luego se sentó en el salón, lo abrió y era el diario de su padre desde que era pequeño hasta que lo acabó, que fue un mes antes de que falleciera.
            Eric lo leyó entusiasmado, porque así podía conocer a fondo la vida de su padre, pero nunca le quedó clara una cosa: cómo el diario pudo llegar hasta allí. Pero bueno, eso es otra historia que ya investigaría más adelante. Ahora se centraría en el tesoro que le había dejado su padre.

Alba Gutiérrez Escobar. 1º ESO C






PRIMER PREMIO (EX EQUO)

El sueño


            Una niña llamada Rocío tenía mucha imaginación. Rocío cuando se iba a dormir soñaba que se adentraba en un mundo algo extraño, pero a la vez divertido. En ese sueño había nubes de colores del arcoíris, animales que hablaban, peces de colores, unicornios… Y el sueño es…
            Rocío, una niña divertida, inteligente, amable, simpática,… Ella no sabía dónde estaba. Rocío suponía que era uno de esos sitios que si llegas hasta el final encontraría la salida. Así que ella caminó muy despacio por cierto, porque todo era tan raro y tan bonito.
            De repente, Rocío escuchó algo o a alguien llorar, y en vez de seguir su camino decidió ver qué era. Al llegar al sitio donde se escuchaban los llantos encontró a otra niña.
            ˗Hola, ¿qué estás haciendo aquí? ˗le preguntó Rocío.
            ˗No sé dónde estoy ˗contestó ella.
            ˗¿Cómo te llamas? ˗volvió a preguntar Rocío.
            ˗Me llamo Sandra.
            Rocío cogió las dos manos de Sandra, la puso de pie y le dijo:
            ˗¿Qué te parece si vamos las dos juntas hasta el final?
            ˗Vale ˗respondió Sandra.
            Rocío y Sandra fueron andando, hablando y a la vez mirando todo a su alrededor. Rocío escuchó un ruido y decidió mirar atrás. Anduvo dos o tres pasos y… «¡Ay!», gritó.
Se tropezó con una tortuga que iba para el río. Al levantarse le dijo a la tortuga:
            ˗Lo siento, señora tortuga. Es que no la había visto.
            ˗No te preocupes, jovencita, pero la próxima vez mira antes de andar ˗respondió la tortuga.
            Rocío para ayudarla la llevó hasta el río y la soltó ya en el agua. «Gracias, jovencita», dijo la tortuga. Después de todo este suceso Rocío y Sandro siguieron su camino. Se pararon en un árbol para descansar. Pero Sandra tenía mucha hambre, se tumbó y al mirar hacia arriba vio que el árbol era entero de chocolate y empezó a comer y comer. Después de un rato se levantaron y siguieron caminando.
            Se encontraron con un unicornio hembra embarazada. Sin esperárselo el unicornio empezó a parir y por primera vez Sandra y Rocío vieron a una cría de unicornio. Después de estar un buen rato con la cría decidieron seguir su camino.
            Después de dos días andando por fin encontraron la salida, pero… sin esperárselo ocurrió que…

María Orozco Rodríguez. 1º ESO C






SEGUNDO PREMIO (EX EQUO)

La inmortal

            Hola, mi nombre es Cathy y os voy a contar la historia de mi vida. En primer lugar he de decir que soy inmortal y tengo 15 años. Nací inmortal no sé por qué, sólo que soy así. Pero no os penséis que tengo una vida y esa me durará siempre. Aparte de ser inmortal tengo otra «cualidad», por así decirlo. No puedo vivir más de 10 años con una familia, a veces incluso menos. Lo peor es que mi familia también muere (la mayoría en accidentes de tráfico).
            Esto no se lo he contado a nadie (salvo a vosotros, mis queridos lectores), porque podrían venir a hacerme experimentos. Pero por eso tenemos el Club de las Inmortales que son y serán siempre inmortales. Como cada club tenemos unos integrantes que son: Chia, Becky, Lourdes, Lilith y la más importante, Frida.
            Frida es digámoslo así como nuestro pilar. A ella acudimos para contarle nuestros problemas. Es muy sabia.
            Lilith es…cómo decirlo…cabezota. Pero es una valiente. Veréis: a nosotras (porque sólo somos mujeres) los conocimientos que adquirimos en otra vida se nos quedan para la siguiente. Es decir, que en nuestra segunda vida hablamos muy temprano y somos muy inteligentes. Esto a muchos mortales les resulta diferente (y la mayoría no quiere nada diferente) y optan por abandonar. No ha tenido una familia en años (tiene 20)
            Lourdes es muy sensible y se empeña en buscar una cura para el cáncer. Tiene 19 años.
            Becky por desgracia es esquizofrénica y todavía no ha tenido padres. Tiene 19 años y su sueño es cantar.
            Chia es la alegría de la huerta. Es la más joven de todas. Por ahora le va bien, aunque lo pasó un poco mal al principio. Tiene 11 años.
            Después estoy yo (un caso aparte). Cada vez que «muero» voy en carretera escuchando música de Billie Brown.
            Billie Brown es otra extraordinaria, que se me olvidó mencionar. Veréis: ella también es inmortal, pero eso de la fama y todo lo demás, la obligó a irse, debido a que un espía vigilaba todos sus pasos.
            Todo iba genial por nuestro club, teníamos unas amigas fantásticas, un club fantástico. Lo teníamos todo, todo. Hasta que Calíope apareció. Cuenta la leyenda que Calíope perteneció al club, pero la expulsaron por delatarnos. Una de las pocas veces que apareció dijo lo siguiente: «Os haré la vida imposible y siempre estaré presente cuando no me veáis.». Desde entonces llevamos pistolas encima para suicidarnos, debido a que no podemos hacer nada contra ella.
            Recuerdo el día que hablamos de Calíope. Recuerdo perfectamente la conversación:
            ˗Bueno, chicas, ¿cómo os va? ˗preguntó Frida.
            ˗Bien ˗respondimos Lourdes, Becky y yo a la vez. Entonces intervino Lilith: ˗¡¿Cómo que bien?! Todas hemos sentido la presencia de…bueno…de ella. No lo ignoréis, chicas.
            ˗A mí sólo me molesta ˗dijo Lourdes. Entonces Chia añadió:
            ˗Ya, pero a mí me estorba.
            Se formó un insonoro silencio en la sala. Todo estaba tan silencioso que podíamos oír la sangre correr por nuestras venas; tan silenciosa que en comparación con esa sala, la galaxia era bulliciosa.
            Las paredes susurraban, las sillas crujían y en las ventanas se podía oír la transparencia del cristal. Hasta que Frida intervino: «Chicas, calmémonos. Os tengo que contar algo sobre Billie.». En ese momento Frida empezó a hablar sobre lo de Billie.
            Pasaron unos días muy malos para todas, pero no sabíamos verdaderamente a qué nos enfrentábamos.
            Las inmortales como nosotras tenemos una debilidad: una debilidad tan grande que podría destruir a la más fuerte; una debilidad que nos mata sin darnos cuenta; una debilidad que si nos atacan supera la inmortalidad. Calíope lo sabía, sabía esa debilidad y creó un arma capaz de destrozar ese pequeño punto débil: nuestro corazón. Esa es la clave de la inmortalidad. Nuestro corazón es muy fuerte. Más fuerte que la Tierra y el Sol, más fuerte que la gravedad.
            Por ese motivo somos inmortales. Os cuento: cuando nacemos nuestra primera madre es inmortal y tenemos una marca en el dedo índice derecho. Aparte de esta dimensión (la Tierra) tenemos otra vida. Nuestra dimensión es llamada Achus. Esta dimensión es a la que van nuestros calcetines de la lavadora; el lugar perfecto para escondernos.
            Recuerdo el día en el que vencimos a Calíope. Era una reunión cualquiera hasta que ella apareció. No teníamos ni idea verdaderamente de a quién nos enfrentábamos.
            ˗Y bien, pues yo soy la que… ˗hablaba Lilith cuando la interrumpió Lourdes.
            ˗¡Shhh! ¿La veis, la escucháis, la sentís? ˗preguntó.
            Era cierto: algo raro había en esa sala. Y entonces escuchamos algo.
            ˗¿Calíope? ˗dijimos todas a coro.
            ˗¿Billie Brown? Billie Brown, ¿eres tú? ˗intervine yo a solas.
            Entonces salió. Todas nos quedamos boquiabiertas, se nos heló la sangre en un instante. Pero de un momento para otro, todas tragamos saliva y dijimos: «¡Calíope!».
˗Claro, ahora todo tiene sentido ˗dijo Lilith, que se armó de valor˗. Muy original. Calíope, en griego «voz hermosa» y tú eres cantante.
˗¡Chica lista, Lilith! ˗contestó˗. Ay, Lilith, Lilith, mi querida Lilith. Siempre fuiste la menos irritante. Una pena que tenga que destruirte. Y pensar que nunca llegarás a ser arqueóloga. Tu sueño, ¿verdad? ¡Ja ja ja ja! ˗dijo y en ese momento nos faltaba el aliento. Hasta que la propia Calíope rompió a llorar.
˗Tanto, tanto tiempo, tantos años juntas y ahora no puedo hacerlo ˗se lamentó˗. ¡Tengo el arma que necesito y no puedo hacerlo!.
˗No pasa nada ˗dijo Frida al acercarse a ella˗. Te daremos una segunda oportunidad.
Pero entonces la expresión de la cara de Calíope cambió y le apareció una escalofriante sonrisa.
˗¿Qué te has creído? ˗dijo y disparó a Frida con su arma.
Frida murió; estaba muerta y todas llorábamos pero Chia se armó de valor, le quitó el arma a Calíope y le disparó.
Nadie nunca sabrá verdaderamente si Calíope murió o desapareció. Aunque a día de hoy seguimos notando su presencia.

Ángela Valle Asencio. 1º ESO C






SEGUNDO PREMIO (EX EQUO)

De pobre a famoso

Llegaba con demora y no era la primera vez aunque más valía tarde que nunca. Trabajaba en el restaurante del Sugar Street y sabía que pronto me despedirían. No me he presentado. Me llamo Jake Johnson. Luego del trabajo me iba a casa con mi familia, mi esposa Susan y mi hijo Tobias. Susan trabajaba en el campo cuidando vacas y cerdos, tenía que levantarse a las cinco de la mañana y volvía a las doce de la noche. Por lo que yo cuidaba de mi hijo y de mi casa la mayoría del tiempo.
Mi hijo siempre decía: «¿Y mamá?».
Solo la veía el fin de semana.
Ya que nos pagaban muy poco, intentábamos darle un buen aprendizaje a nuestro hijo para que se convirtiera en una persona de provecho el día de mañana.
Transcurridos cinco años, nuestro hijo se apuntó al conservatorio, se sacó cinco masters y avanzó dos cursos en el colegio.
Después de veinticuatro años terminó el conservatorio, obtuvo dos Grammies, dos Nobel de Física y Química y fue el orgullo para nosotros, sus padres.
Su madre aprovechó para jubilarse y poder pasar más tiempo con su hijo.
Se estrenó en la Filarmónica de Berlín, luego en la de Viena y por último, en la de Los Ángeles, donde le pusieron su propia estatua.
Así murió en paz.

Cleofás Rivero Guerrero. 1º ESO C







TERCER PREMIO (EX EQUO)

La vieja rosa

Una niña llamada Rosa estaba en sus vacaciones de verano. Ella les insistía a sus padres para que le dejaran ir al campamento de su vida. El campamento enseñaba a cantar, actuar, dibujar y tocar instrumentos. A Rosa le encantaba aprender nuevas cosas. Para sus compañeros de la escuela su apodo era «Nerd». Rosa hacía cualquier cosa para que al menos le dijeran: «Vamos a ver».
Un día de diciembre los padres la llamaron. Entusiasmada bajó parea oír la noticia. «Vas a ir al campamento, pero no exactamente al que querías ir. Es más o menos similar», le dijeron. Con una cara de enfadada que le ocupaba media cabeza, Rosa dio la vuelta y subió a su cuarto nuevamente.
A la mañana siguiente la madre le despertó a las 7:50. Tenía una valija a su lado ya hecha y la ropa que se tenía que poner para ir al campamento. «¿Ya hoy tengo que ir al campamento? ¿No es demasiado pronto?», dijo con cara de dormida.
Cuando el autobús la pasó a buscar, le tocó el asiento de al lado de un chico rubio y ojos muy grises. Le parecía muy lindo, pero para disimular no lo miró. A la mitad del viaje hacia el campamento, el chico de su lado  le preguntó cómo se llamaba. «Rosa. Mi nombre es Rosa. Es un gusto hablar con usted», le dijo sin mirarlo. Tan educada como siempre no perdió su seriedad. «¿Su nombre cuál es?», le preguntó. «Ramiro.». El nombre del chico a su lado era Ramiro.
Al llegar al campamento, salieron del microbús y les asignaron sus cabañas para pasar la noche. A Rosa le tocó la número 10 donde sus compañeros eran Micaela, una chica totalmente desconocida para ella, Ramiro, Paco su vecino y Carolina.
Por la noche, Rosa decidió salir a caminar al bosque, donde contaban que si se pisaba el suelo donde antes estuvo la casa de la vieja Ana morirías devorado por los sabuesos que eran sus mascotas. Como Rosa no sabía esa leyenda siguió su rumbo.
Sus compañeros de cabaña se despertaron a causa del despertador de Rosa y se dieron cuenta de que ella no estaba. Así que, salieron a buscarla.
Buscaron por todas partes: en el comedor, baños, cabañas y salón de actos. A nadie se le ocurrió buscar en el bosque hasta que Micaela dijo: «¿Creen que haya ido al bosque? Es tentador. Una persona nueva en este campamento nunca se resiste a ir allí.». Todos buscaron a Rosa en el bosque.
Carolina gritó tan fuerte que despertó a los maestros. «¡¡¡Ahhhh!!! ¡¡¡Encontré a Rosa!!! ¡¡¡Es espantoso!!! ¡¡¡Rápido!!!», exclamó. Todos los compañeros se guiaron hacia dónde venían los gritos.
Sí, era Rosa. Pero no estaba entera. Le faltaban los dos brazos y piernas. Estaba toda descuartizada. Bajo ella estaba un piso blanco que terminó siendo de su sangre.
Los chicos despertaron a los maestros a sacudidas y gritos de desesperación. Le contaron todo lo que habían visto. Acudieron a llamar por teléfono a sus padres y decírselo con calma. Ellos lloraron durante tres días. Decidieron nunca más llevar a sus hijos a ese campamento. Al menos el que le quedaba. Ahora esa leyenda pasó a ser algo verdadero. A menos que Rosa se haya tropezado con algo muy afilado, pero era dudoso.
Se dice que pasó a ser la vieja Rosa de la leyenda. Y ya nadie se atreve ni a pisar los pisos de ese bosque.
Gonzalo Martín Barragán. 1º ESO C








TERCER PREMIO (EX EQUO)

La familia maldita

¡Hola, niños!

Esta es la historia más tenebrosa que vuestros oídos hayan escuchado jamás. ¿Os atrevéis a escucharla? ¡¿Sois los bastante valientes?! Bien.

En una oscura cabaña en el bosque de estas tierras se hallaba una familia compuesta por un niño y sus padres. Esta familia siempre vivió en la pobreza, solo se alimentaban de frutos y animales del bosque. Pero un día, cuando la familia salía de caza, se dio cuenta de que se habían agotado todo tipo de alimentos de aquella zona.
Pasaban los días y la familia intentaba sobrevivir: mataron al perro que tenían de mascota y se lo comieron. La familia, muerta de hambre, se decidió y juntos fueron a lo más profundo del bosque en el que nadie había estado jamás.
Esta decisión no fue fácil, porque aunque había muchos alimentos allí, se decía que estaba habitado por unos fantasmas. La familia se adentró en el bosque y en cuestión de minutos, vieron su primera presa: un ciervo macho de más de un metro y medio de altura con unos cuernos muy grandes.
Pudieron atraparlo y se dispusieron a llevar al ciervo a su cabaña, o eso intentaron. Se habían perdido y no sabían cómo volver. No tuvieron otra que hacerse una mini base. Esa misma noche fue el final de esa familia. Mientras se comían al ciervo oían ruidos extraños. Pensaban que era el viento, pero no. De repente, entre las sombras se iluminaron unos ojos rojos.
Segundo tras segundo, se acercaban esos rojos ojos y se podían ver el rostro.
Eran los cuerpos fantasmas de todos aquellos animales cazados por esa familia. Los animales acabaron con sus vidas.
Por eso, nadie más se atreve a ir al bosque, porque aún siguen ahí las almas de aquella familia.

Daniel Sola Bruque. 1º ESO C





MENCIÓN ESPECIAL PRIMERA

La caja misteriosa

Unai era un niño de 12 años que vivía en un pueblo pequeño de Cataluña acompañado únicamente de su abuelo Rodolfo.
Un día Unai regresó del colegio y encontré al abuelo en la cama.
˗Abuelo, ¿qué te ocurre?
˗Unai, me hago viejo. Ahora te toca cuidar de mi secreto.
Unai quedó extrañado mirando al abuelo. Rodolfo le dio una caja que teníoa un huevo y una carta.
˗Nieto mío, llegó la hora de descansar.
De repente, Unai oyó un ruido en la caja. «¿Qué es eso?», pensó asustado y miró y vio cómo el huevo eclosionaba. Unai no lo podía creer: del huevo salió un dragón al que llamó Haizea.
Unai cuidó a su dragón alimentándolo de frutas y no le contó su secreto a nadie.
Un día el dragón creció tanto que ya no cabía en su casa y una tarde mientras el niño estudiaba se encontró con una carta del abuelo. Y en ella había un mapa. Una frase de la carta decía: «En el volcán del prisionero estará tu dragón a salvo; él sabrá el camino.».
Unai, sin saber muy bien qué hacer, se montó encima de Haizea y olió el mapa y de repente echó a volar.
Después de horas llegaron a un lugar, que Unai nunca había visto.
Era un lugar precioso llevo de volcanes, rocas extrañas y ríos que tenían un color dorado. Había un pueblo donde Unai entró y conoció a una chica llamada Adela, que también tenía un dragón. Juntos formaron una gran familia y fueron coronados reyes del volcán del prisionero junto a sus dragones.

Iván Ruiz Dana. 1º ESO C






MENCIÓN ESPECIAL SEGUNDA

La mejor futbolista

Había una vez una niña llamada Iris. Siempre obedecía a su padre le gustara o no y era una buena estudiante. En el instituto sus amigos en el recreo jugaban al fútbol, pero ella no y se pasaba todo el recreo mirándolos. No jugaba porque su padre le decía que el fútbol era un deporte para chicos y no para chicas. Iris no aceptaba su decisión porque le parecía machista y a ella le gustaba mucho el fútbol.

Todos los días en el recreo las amigas insistían para que jugara, pero ella les decía que no podía. Al día siguiente tenía tantas ganas de jugar que jugó. A partir de ahí todos los días jugó, pero sin que su padre se enterara.

Una vez cuando salió del instituto, venía toda roja de haber estado jugando al fútbol y el padre le preguntó que dónde había estado para ponerse tan roja. Iris se puso tan nerviosa que le tuvo que decir la verdad. Él le gritó y le dijo que si la veía jugando otra vez la arrestaría. A ella no le importó lo que dijera, porque siguió jugando sin que la viera.

Un día en el colegio le propusieron quedar por la tarde para jugar un partido «chicas contra chicos» e Iris se apuntó. Por la tarde cuando llegó a su casa le dijo a su padre que tenía que hacer un trabajo en casa de una amiga y le preguntó si podía ir. El padre le respondió que sí. Entonces fue al partido.

Las chicas iban perdiendo por 1 y de repente le pasaron el balón a Iris y ella metió el gol. Miró para fuera de la cancha y vio a su padre. Él se quedó sorprendido por lo bien que jugaba. Entonces le dijo: «Perdón por decir que el fútbol era un deporte parea chicos». Después añadió que la apuntaría en un equipo. Iris a partir de ahí se hizo una gran futbolista.

Manuel Rodríguez Ruiz. 1º ESO C